Mi máquina de coser y yo nos queremos mucho, aunque no siempre nos entendamos. A ella no le importa si la tengo abandonada durante una temporada, me trata bien siempre, como al hijo pródigo.
Así cuando esta semana nos hemos reencontrado, después de casi un mes sin hablarnos, me ha recibido con los brazos abiertos y sin rencores, ¡¡es tan maja ella!!. He avanzado en el quilt que os enseñaba aqui, llamado Daisy Chain.
Tengo que colocar todavía un par de barras más y luego, ya en septiembre, lo acolcharé. Voy a esperarme porque a la vuelta del verano voy a hacer un monográfico de acolchado y así practicaré con esta colcha.
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